Cada 14 de febrero, el amor y el romanticismo inundan las redes sociales. Sin embargo, detrás de muchos perfiles encantadores se ocultan verdaderos depredadores digitales. El "romance scam" o estafa amorosa se ha convertido en un fraude cada vez más frecuente que afecta tanto el patrimonio como a la situación emocional de las víctimas.
Por ello, organismos como la
Policía Nacional española y compañías líderes de Internet como Meta, han aprovechado para lanzar sendas advertencias, con una serie de consejos clave para evitar caer en estos engaños durante el Día de
San Valentín... y el resto del año.
Las redes sociales y las plataformas de citas han permitido que los ciberdelincuentes creen perfiles falsos con el objetivo de atraer a personas en busca de una conexión emocional. Con experiencia y paciencia, construyen historias convincentes y operan con una discreción meticulosa para no ser detectados fácilmente.
Su estrategia es iniciar conversaciones con un gran número de víctimas con la esperanza de que algunas respondan, un método conocido como "spray & pray".
Una vez que establecen una relación de confianza, su objetivo final es pedir dinero bajo distintos pretextos, como emergencias médicas, inversiones falsas o costos de traslado para poder conocerse en persona.