En plena costa alicantina, cada vez más concurrida por visitantes en busca de atardeceres instagrameables de los que presumir en redes. Sin embargo, a lo largo de los últimos días esta localidad de 94,800 vecinos ha acaparado titulares por otra razón bien distinta: sus gallinas. O mejor dicho, una curiosa invasión gallinácea que ya ha obligado a su Ayuntamiento a tomar medidas.
¿Una invasión de gallinas? Exacto. Y no es nada nuevo. En
Torrevieja llevan ya unos cuantos años viendo cómo gallinas, gallos y pollos campan a sus anchas por la ciudad, paseando por parques, jardines, rotondas, aceras y a rel="noopener, noreferrer" href="https://torrevieja.es/es/noticias/2025-01-31-sale-licitacion-contratacion-servicio-control-recogida-vivo-traslado-aves">se resigna el Consistorio cualquier otro" barra ver lugar que les ofrezca cobijo y comida.
Hace poco los técnicos municipales se pusieron a contar y les salió que en el municipio hay alrededor de 700 aves en estas circunstancias, lo que no está nada mal si se tiene en cuenta que en
Torrevieja viven 94,800 personas.
Un problema con plumas. Ver gallinas paseándose por los parques y calles de
Torrevieja o despertarse con el canto de los gallos en plena ciudad puede sonar bucólico, pero el Ayuntamiento advierte que la invasión gallinácea es un problema. Y no menor precisamente. "Supone un gran riesgo tanto para los propios animales como las personas", zanja.