Igual que sucede en muchos otros países del mundo, España incluida, la
natalidad ha caído drásticamente. Uno de los países más afectados por este tema es Japón donde, uniendo la
crisis de
natalidad a la poca inmigración (ahora, el país, se está abriendo a recibir gente de fuera, tras décadas siendo muy reacio), la mano de obra joven se ve cada vez más escasa. Tanto que el país incluso quiere fomentar que los jubilados trabajen.
Pues bien, el gobierno japonés ha tomado una medida como una solución brillante ante esta
crisis de natalidad: para que la gente quiera tener hijos pero pueda seguir trabajando y teniendo tiempo para otros aspectos de la vida, habrá guarderías gratuitas, aunque solo en
Tokio, la capital, donde los pequeños pueden estar mientras sus padres y madres trabajan.
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Hay que tener en cuenta que Japón es el país desarrollado (económicamente hablando) con mayor porcentaje de mujeres de 50 años sin hijos, lo que pone de relieve los retos que afronta el país para evitar la inminente
crisis demográfica. Japón sigue siendo un caso atípico, incluso entre las generaciones más jóvenes.
Por un lado, ha anunciado que quiere ofrecer guarderías gratuitas a todos los pequeños en edad preescolar.