El Estado cuenta con diferentes herramientas para poder dar un escudo social a aquellas personas que no tengan ingresos suficientes para poder mantenerse. En esta situación se pueden encontrar desempleados de larga duración o personas que han sufrido alguna lesión que les impida laborar. Es por ello que existen subsidios para estos ciudadanos. Aunque hay que recordar hacer un trámite anual que te evitará perder el derecho a cobrarlo cada mes.
Tal y como vimos recientemente en un informe, las personas que superan los 55 años tienen realmente complicado volver al mercado laboral. Esto obliga al Estado a contar con una ayuda específica como es la conocida 'ayuda de los 52 años' o técnicamente 'subsidio para personas trabajadoras mayores de 52 años'.
Como su propio nombre indica, este
subsidio se concede a aquellos ciudadanos de mayor edad que ya tienen muy complicado reengancharse al mercado laboral cuando han perdido su trabajo por un despido. Si bien, para acogerse a este
subsidio se deben cumplir diferentes requisitos.
Entre ellos hay un mínimo de cotización, haber sido despedido del último trabajo en el que se estaba, tener un compromiso de búsqueda activa de empleo  y también tener unas rentas concretas. Precisamente en el caso de que tengas algún ingreso constante en tu cuenta como un alquiler, intereses de fondos de inversión o cualquier aumento en el patrimonio, vas a tener difícil acceder a esta prestación.