Quedar a las cinco y que tu cita llegue a las siete. Este retraso puede que te saque de tus casillas siempre porque odias que te hagan esperar. Pues esto mismo le ocurría al propio fundador de Apple,
Steve Jobs, que odiaba si alguien se retrasaba. Le daba igual si alguien no había llegado para comenzar con su agenda. Por esta "manía" salió realmente beneficiada su secretaria.
Ya sabemos que
Steve Jobs era una persona peculiar y que detrás de su figura se puede localizar una gran cantidad de historias diferentes. Muchas de ellas están en su bibliografía, pero otras las conocemos por terceras personas. Por ejemplo, Ron Givens, exdirector de calidad de Apple.
Givens estuvo en Apple bastante tiempo y esto le hizo relacionarse con
Steve Jobs durante muchos años antes de su muerte. Es por ello que fue testigo de una rocambolesca historia que tuvo
Steve Jobs con su propia secretaria y que relató a través de Wral News.
En esta historia se relata como la secretaria de
Steve Jobs, de la que no recuerda su nombre, llegó tarde a la oficina.
Steve Jobs la esperaba a su llegada, y la realidad es que cualquier persona podría haber comenzado a temblar tras saber que la personalidad de
Steve Jobs no entraba dentro de la 'normalidad'. Es decir, que podríamos haber pensado que la iba a despedir en el mismo momneto que entró a la oficina.
Pero no fue así.