A lo largo de toda mi vida he formateado muchísimos ordenadores. En buena parte de las ocasiones, es la solución más ideal si el equipo se encuentra en un estado en el que se requiere que se restablezca por completo para que pueda funcionar con normalidad. En todas las veces, siempre me ha gustado invertir ese tiempo de
instalar lo básico para cada usuario. Lo mismo ocurre cuando adquiero un nuevo equipo y ejecuto el sistema por primera vez.
Sin embargo, cada vez me va dando más pereza este procedimiento, sobre todo además porque tenemos muchas más opciones que antes. En este artículo he querido centrarme en un truco al que recurro desde hace tiempo para poder
instalar todo lo que queramos de golpe sin tener que ir manualmente escogiendo lo que debemos
instalar.
Antes de ponerme con la instalación de programas, y eso implica deshacerse de todo el bloatware y
aplicaciones preinstaladas que vienen en
Windows 10 y 11. Muchos optan por
instalar versiones alternativas de
Windows como LTSC o versiones modificadas sin bloatware como MicroWin. Pero si te enfrentas a una versión Home o Pro de
Windows 10 u 11, lo tengo claro: Win11Debloat.
Esta pequeña herramienta permite eliminar de golpe todo el bloatware de
Windows 10 y 11 a través de un script en PowerShell. además nos permite eliminar todo el software preinstalado que, desde medios oficiales, no podríamos desinstalar.