Simular el cerebro humano es uno de los grandes retos científicos de nuestro tiempo. No es solo una cuestión de potencia de cálculo: durante años, laboratorios de todo el mundo han invertido millones en tratar de replicar su funcionamiento, pero incluso con los avances en inteligencia artificial (IA) y supercomputación, la meta sigue estando lejos.
¿Por qué es tan complicado? Porque el cerebro no es solo un procesador de información, sino un sistema ultraeficiente de apenas 1,4 kg con más de 86,000 millones de neuronas interconectadas. Imitar sus capacidades cognitivas, emocionales y lingüísticas sigue siendo una frontera que aún no hemos cruzado, aunque algunos creen que estamos cerca.
Inait, una startup suiza fundada en 2018 bajo la premisa de que la única forma probada de inteligencia está en el cerebro a rel="noopener, noreferrer" href="https://news.
microsoft.com/de-ch/2025/03/18/inait-announces-collaboration-with-microsoft-to-deploy-novel-ai-based-on-digital-brains-across-industries/">ha cerrado una alianza con
Microsoft para desarrollar modelos de IA capaces de simular el razonamiento de los mamíferos. Su objetivo es aplicarlos en sectores como las finanzas, la gestión de riesgos y el asesoramiento personalizado.
En teoría, todo encaja a la perfección.