¿Qué pasaría si pudieras usar tu teléfono para identificar cualquier canción que suena de fondo, aunque estés en plena calle o en un bar lleno de gente hablando a todo volumen? Esta inquietud hoy no tiene sentido. Podemos tararear una melodía y los modelos de aprendizaje serán capaces de identificar la canción que tenemos en la punta de la lengua. Es más, cualquier
iPhone actual cuenta con herramientas para reconocer cualquier canción sin tener siquiera instalada la aplicación de
Shazam.
Sin embargo, hace apenas una década esto era un reto tecnológico. Un reto que los expertos en procesamiento de señales de audio tacharon de "absolutamente imposible". Y, por tanto, un reto para
Chris Barton lo suficiente sugerente. Porque este es el sello que define a Chris Barton: si no se puede, hay que localizar la forma de que se pueda.
Hijo de un profesor de física nuclear y una profesora informática, Barton se graduó de Economía en la Universidad de California con uno de los expedientes más altos. Luego se sacó el máster en ADE y entró de becario en MSN, filial de Microsoft, en Londres. Empezó fuerte, desde luego.
Pero en el verano de 1999, una noche de cachondeo con sus amigos del UC Berkeley surgió la pregunta: ¿se puede reconocer una canción con un teléfono? En teoría es viable: el teléfono tiene micro. "Un mensaje de texto entrante te diría al momento qué melodía es". Pero al parecer aquello era imposible: no se puede aislar el ruido de fondo.