Hacer el clásico 'copia y pega' Â o utilizar la inteligencia artificial para redactar un informe es realmente común en los centros educativos. Y es algo que puede llegar a provocar diferentes denuncias por las consecuencias que tienen sobre los anuncios, más allá del suspenso. Pero este 'copia y pega' no se queda en el mundo académico, sino que además lo encontramos en empresas a la hora de redactar sus cartas de
despido.
Esto es algo que ha recogido el Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña que ha declarado improcedente el
despido de un
trabajador por presentar una
carta de
despido impresentable strong> Llegaron a ver que esta
carta era un simple copia y pega de un modelo de internet o incluso que había sido redactada por "la mal llamada inteligencia artificial".
La sentencia llega tras el recurso de la empresa demandada ante la primera sentencia dictada por el juzgado de lo social número 16 de Barcelona. Â Un
despido que llegó tras conocerse el diagnóstico médico del
trabajador afectado. Todo esto sin acreditar una bajada en su rendimiento, ya que para poder continuar su trabajo con un diagnóstico de silicosis solo bastaría tener una mascarilla.
Pero lo verdaderamente impactante, más allá de la posible discriminación por su condición médica, es la redacción de la
carta que imputó genéricamente la falta disciplinaria de disminución voluntaria del rendimiento de trabajo pactado.