Mientras la atención mundial se centraba en los vaivenes de la guerra comercial entre Estados Unidos y
China, un hecho histórico parece haber pasado casi desapercibido: el presidente
Donald Trump ha firmado la primera ley relacionada con criptomonedas en la historia del país, una que elimina una norma previa del IRS (equivalente a nuestra Agencia Tributaria) que imponía estrictas obligaciones fiscales a las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi).
La decisión se produce en medio de un clima geopolítico y económico complejo, en el que la nueva política económica estadounidense parece ahora inclinarse hacia un entorno más amigable para las criptomonedas y, en particular, para el desarrollo de stablecoins.
Este acto legislativo no solo es la primera ley cripto firmada por Trump, sino la primera en la historia de cualquier presidente estadounidense
En los últimos días del mandato de Joe Biden, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) impuso una norma que equiparaba a los protocolos DeFi con los corredores de bolsa tradicionales, y exigía a estas plataformas notificar las transacciones y datos personales de los clientes, como si fueran bancos o brokers.
El objetivo era fortalecer la supervisión fiscal de los activos digitales, bajo el pretexto de proteger a los contribuyentes y evitar la evasión de impuestos.