Hace unas semanas contamos una historia tremenda. Un músico desconocido se había convertido en millonario en muy poco tiempo a través de plataformas de streaming de música como Spotify. Por supuesto, y que dominaba mejor la creación de bots lanzando temas generados por IA sin parar. El caso abrió un debate paralelo que lleva años en tierra de nadie, el de los artistas fake a> que nos encontramos en la plataforma.