Desde hace años, laborar en servicio técnico me ha enseñado una verdad incuestionable: muchos problemas en los iPhone son culpa de la suciedad acumulada. De hecho, los fallos más comunes en los dispositivos que llegan al taller suelen estar relacionados con la higiene. Los puertos de carga llenos de polvo, los altavoces bloqueados por cera... La mayoría de las veces, ese iPhone que parecía incapaz de cargar o emitir sonido vuelve a funcionar como uno nuevo.