Llegar a lo más alto en el ámbito profesional depende de muchos factores, conocimientos y experiencias vitales alucinantes que pocos han podido sentir. A veces es tan fácil como saber gestionar las prioridades y hacer uso de una palabra mágica.

Es una lección que aprendieron grandes magnates como Elon Musk o en su día Steve Jobs como CEO de Apple.

El tiempo es oro y nadie lo entendía mejor que Steve Jobs. El fundador de Apple tenía una relación casi obsesiva con los minutos. Y es que un ejecutivo pierde de media 31 horas al mes en reuniones improductivas. Otros estudios dicen que, de los cinco días que estamos en la oficina, uno lo perdemos sin hacer nada. La fijación de Jobs por aprovechar cada minuto le llevó incluso a regalar un Jaguar a una empleada para que nunca más llegase tarde.

"Bueno, ya sabemos lo que pasará con Apple. Ya hicimos este experimento en el pasado. Quiero decir, ya pasó. Vimos a Apple con Steve Jobs (gesto de pulgar hacia arriba). Vimos a Apple sin Steve Jobs (gesto de pulgar hacia abajo). Vimos a Apple de nuevo con Steve Jobs (de nuevo, pulgar hacia arriba). Y ahora, vamos a ver a Apple sin Steve Jobs. Apple está condenada". Así despachó Larry Ellison su previsión económica en Apple tras el retiro de Jobs.

Ese es Larry Ellison, genio y figura.