Por muy preparados que estemos, acudir a una entrevista de trabajo para un nuevo puesto es todo un reto y a buen seguro que tratarán de ponernos a prueba con inquietudes de todo tipo. Normalmente nos preparamos las "complicadas", que normalmente entendemos que son aquellas relacionadas con nuestras capacidades, experiencia e incluso temas algo espinosos como cuánto nos gustaría ganar.
Pues bien, realmente la inquietud trampa está en la más simple en apariencia.