Un hombre de la generación
Boomer que tiene una empresa ha compartido su interesante historia relacionada con cómo lo educaron a concebir el trabajo y qué le han ido enseñando las nuevas generaciones al respecto.
"He trabajado casi toda mi vida. Conseguí mi primer trabajo oficial a los 15 años, limpiando iglesias. Recuerdo lo bien que me sentí al cobrar a continuación de laborar duro". Hubo un problema que lo dejó en la calle a los 17 años y tuvo que dejar de estudiar y laborar en tres empleos diferentes para ingresar dinero.
Soy millenial, me comí la crisis de 2008, pero paso mucho tiempo con la
Generación Z y entiendo sus frustraciones laborales
Siguió trabajando, se casó joven y con su esfuerzo, logró ir aumentando su salario. Dice que eso lo hacía sentirse muy realizado y le enorgullecía compartir sus historias laborales con las personas que conocía, sobre todo cuando trabajaba en empresas grandes como Pepsi. Explica que "sin saberlo, estaba vinculando mi identidad y mi medida del éxito a mi trabajo". Â Acabó siendo empresario desde muy joven. Y dice algo muy importante:
"Esta pauta y esta mentalidad de que el trabajo lo era todo para mí seguiría construyéndose durante 20 años. No fue hasta que mis hijos empezaron a trabajar cuando me di cuenta de que mi identidad estaba arraigada en mi trabajo. Mis hijos de la
Generación Z me enseñaron lecciones sobre el trabajo que mi generación no aprendió, y eso me ha cambiado".