En el vasto cementerio de proyectos cinematográficos que nunca vieron la luz, hay uno que destaca por su combinación perfecta de belleza potencial y sabotaje corporativo. En algún momento de los años 2000, ese alquimista del cine que mezcla la fábula oscura con la emoción humana más pura, estuvo a punto de dirigir una adaptación de un clásico de la literatura infantil, pero todo se vino abajo cuando los ejecutivos quisieron meter mano en la visión que el director tenía en mente para llevarla historia a la gran pantalla.
Era el año 2003 y Disney (¿Quién más?) tenía en mente la adaptación del cuento infantil de Kenneth Grahame 'El viento en los sauces', una novela publicada originalmente en 1908 que el gigante de las producciones cinematográficas quería llevar a la gran pantalla, sin embargo, no se logró gracias a la petición que uno de sus productores tenía para el director de 'La forma del agua'.
Todo iba viento en popa, según lo recuerda el propio del Toro: su visión para la cinta era llevar al cine una mezcla de acción real con animación por computadora sin embargo, los ejecutivos del estudio abrieron la boca y todo se fue al traste: "era un libro precioso, fui a reunirme con los ejecutivos pero me dijeron: '¿Podrías darle a Toad una patineta y hacer que diga cosas de 'tipo radical?'. Entonces dije: 'Ha sido un placer...'", recuerda en una entrevista para Rotten Tomatoes.