Las pautas actuales del
Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) indican que se requieren al menos 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana para promover la salud y avisar enfermedades.
La forma de ejercitarnos en resistencia puede ser muy variada, desde caminar por nuestra ciudad hasta nadar en la piscina. En función de nuestro nivel físico podremos realizar disciplinas más o menos intensas, siendo la máquina elíptica del gimnasio una forma alternativa muy interesante a la típica
cinta de correr.
Cada modalidad produce beneficios para la salud, pero cada una de ellas engloba más o menos unos grupos musculares y tiene un mayor o menor impacto en las articulaciones y percepción del esfuerzo. Vamos a describir cuáles son las ventajas de utilizar la elíptica con respecto a otras modalidades como la
cinta de correr.
Diferentes investigaciones han comprobado que no hay diferencias en el consumo total de oxígeno o el gasto de energía entre el ejercicio en una
cinta de correr o en la máquina elíptica. Cuando nos ejercitamos al mismo nivel de esfuerzo percibido, las calorías gastadas y la intensidad es la misma para ambas modalidades.
Esta similitud entre ambas opciones hace que las personas que no pueden caminar a ritmos elevados, ni mucho menos tener impactos al correr, puedan hacer uso de la elíptica para mejorar su capacidad aeróbica.