En 2010 se publicaba un famoso estudio del investigador y divulgador
Brad Schoenfeld en el que se proponían en base a lo que se sabía hasta el momento tres mecanismos a través de los cuales podía producirse o explicarse la hipertrofia muscular. Los tres mecanismos eran la tensión mecánica de las fibras musculares así como el estrés metabólico y el daño muscular que podían sufrir durante el entrenamiento de fuerza.
Dentro del estrés metabólico podíamos encontrar menciones al
lactato y a otros metabolitos como el fósforo inorgánico o los iones de hidrógeno. Sea como fuere el estrés metabólico es el factor a menudo mejor entendido por el público general ya que suele ser fácil asociarlo con la sensación de ardor y congestión que podemos sentir en nuestros músculos al, por ejemplo, hacer muchas repeticiones por serie o descansar poco entre las mismas.
Dicho esto, en este artículo vamos a explicarte si realmente el estrés metabólico en general o el
lactato en particular tienen un papel en la hipertrofia muscular.
Por qué entrenar con cargas muy ligeras o hacer más de 20 repeticiones no es útil para ganar masa muscular
Hace años, algunos investigadores propusieron que el
lactato puede suponer un desencadenante directo de la hipertrofia y por lo tanto esto apoyaría la hipótesis de que el estrés metabólico es uno de los mecanismos que conducen a la hipertrofia.
Bueno, pues lo cierto es que esa hipótesis ha quedado descartada hace tiempo.