La inteligencia artificial (IA) se ha posicionado como el motor impulsor de la revolución digital en el siglo XXI, desempeñando un papel crucial en las aplicaciones de visión por computadora. En este contexto, el manejo eficaz de grandes volúmenes de datos y el desarrollo de pipelines de datos eficientes son esenciales para garantizar un entrenamiento óptimo de los modelos de IA.

La consultora suiza ERNI, reconocida por su especialización en ingeniería de software, ha reportado una destacada facturación de 21,5 millones de euros al cierre del año 2024 en su sede ubicada en España, país donde lleva establecida 13 años. Para el año 2025, se proyecta un crecimiento superior al 10%, acompañado por un incremento del 20% en su plantilla, lo cual pone de manifiesto su sólida posición en un sector en constante transformación.

Desde septiembre de 2024, cuando OpenAI introdujo el primer modelo con capacidades de razonamiento profundo, otras compañías como Anthropic, DeepSeek, xAI y ahora Google han acelerado sus esfuerzos para no quedarse atrás. En la carrera vertiginosa por liderar la IA, Google ha dado un paso de gigante con la presentación de Gemini 2,5, una nueva generación de modelos de IA diseñados específicamente para 'razonar' antes de generar una respuesta.

Las proyecciones de Gartner indican que para el año 2027, el 40% de las soluciones de inteligencia artificial generativa serán multimodales, es decir, combinarán texto, imagen, audio y video. Este dato representa un aumento notable en comparación con el 1% registrado en 2023.

Los avances de Microsoft en la computación cuántica están generando dudas entre la comunidad científica.

A unas semanas del anuncio del Majorana 1, el primer chip cuántico que produce cúbits más confiables y escalables, la tecnológica se ha enfrentado al escrutinio de expertos en la materia.