Desde ya mismo, en este mes de abril, la ciudad de Tokio quiere dar ejemplo a las empresas y administraciones de todo el país implementando para todo su personal público una jornada laboral de cuatro días, una fórmula que ha resultado un éxito en muchos países y que, como veremos, en Japón ya fracasó en otros intentos.
Ahora la propuesta llega con más fuerza para la capital del país, que prueba su semana de cuatro días entre todos sus trabajadores públicos.