Cuando El silencio de los corderos se estrenó en 1991, causó revuelo. No solo porque
Jonathan Demme logró captar el aire siniestro y violento del libro de
Thomas Harris que adapta.
Además, porque la forma en que exploró en las muertes perpetradas por el criminal ficticio
Buffalo Bill (Ted Levine) revolucionó el género de películas [â¦]